Hasta ahora, los desarrolladores estaban autorizados para cambiar constantemente las capturas de una aplicación. Éstas imágenes les permiten mostrar a los potenciales visitantes de App Store el aspecto de su software lucirá en su smartphone o tablet.
Las nuevas reglas, aplicables a partir del 9 de enero, implican que las capturas de pantalla no podrán ser modificadas a menos que se envíe una actualización del código binario de la propia aplicación.
La medida ha sido aplicada con el fin de poner fin a un frecuente truco utilizado por estafadores, con el fin de hacer creer los usuarios de App Store que estaban comprando un producto distinto. Así, después de su aplicación había sido autorizada, cambiaban las capturas de pantalla por imágenes robadas de juegos populares, engañando al usuario y, de paso, apoderándose del trabajo de terceros.
El método vigente hasta ayer permitía a los desarrolladores subir una captura de pantalla que representaba la aplicación real, y después que ésta había sido aprobada, cambiar las ilustraciones por imágenes adulteradas.
Normalmente, Apple reembolsa (aunque no automáticamente como es el caso de Android) compras anuladas como resultado de estafas. La intención es que la nueva medida extraordinaria ahorre a los usuarios frustraciones, protegiendo a la vez la propiedad intelectual de los desarrolladores de la aplicación falsificada.
Fuente: Apple