En el panorama informativo de los últimos meses ha habido un tema reincidente: el espionaje gubernamental de las grandes potencias, mediante procedimientos semi-ilícitos. La alarma inicial ha dado paso a una cierta indiferencia entre muchos, sustentada en el supuesto de que “quien nada hace, nada teme”. Otro grupo, en tanto, sigue considerando que la privacidad es un derecho que debe ser respetado, y que las comunicaciones personales, ya sean análogas o digitales, son inviolables.
Este último principio ha inspirado a la empresa emergente con la curiosa razón social “Don’t Snoop Me Bro” (No me fisgonees, compadre), a crear una caja de seguridad denominada DSMB Tunnel. El dispositivo debe ser instalado entre la conexión a Internet y el router. Mediante una llave física el usuario puede activar el dispositivo y navegar de manera anónima y cifrada por Internet.
La caja está equipada con funcionalidad que automatiza todos los procedimientos de navegación por VPN (Red Privada Virtual), incluyendo una suscripción anual a uno de tales servicios. Esto significa que la ubicación física del usuario, determinada por su IP, queda oculta para los demás.
Al activar DSMB Tunnel, la navegación en si se ralentiza, pero según “Don’t Snoop Me Bro” es posible desactivarla -y reactivarla- según los deseos del propio usuario. Asimismo, el sistema incorpora mecanismos de seguridad, como por ejemplo bloqueo de las comunicaciones vía Internet, si DSMB Tunnel no consigue conectarse a una VPN. Esa forma se evita transmitir accidentalmente información a Internet.
El proyecto se encuentra en una etapa de recaudación de fondos en el sitio de crowdfunding Indiegogo. Los usuarios dispuestos a donar 130 USD recibirán un ejemplar en diciembre, en caso que el proyecto consiga su objetivo de recaudar 65.000 USD.
ilustración: Captura del video de presentación del proyecto, en Vimeo.