Lecciones que el bitcoin puede aprender de la fiebre del oro

Opinión: ¿Qué puede enseñarnos la historia de la fiebre de oro propiamente dicha que pueda servirnos de guía durante su equivalente digital?

Nos encontramos a comienzos de una época memorable, a medida que el mundo adopta cada vez más el bitcoin y las criptomonedas. Mientras transitamos este recorrido, las lecciones surgidas de la fiebre del oro en California pueden ayudarnos a caminar sobre suelo firme.

Ahora que el bitcoin supera la marca de los US$4000 y la capitalización de mercado de las criptomonedas se ubica en alrededor de US$140 mil millones, hay una clara sensación de estar frente a una fiebre del oro, muy similar a lo vivido en la era de las puntocom y de la primera fiebre del oro en California, en el siglo XIX.

Si bien se han establecido muy bien las similitudes con las puntocom, en especial cuando se trata de analizar en qué etapa de la burbuja estamos, se ha comparado mucho menos con la fiebre del oro de California. ¿Qué puede enseñarnos la historia de la fiebre de oro propiamente dicha que pueda servirnos de guía durante su equivalente digital? Para abordar esta cuestión, presentaremos algunos paralelismos entre ambas situaciones, y daremos algunas recomendaciones que ayuden a las organizaciones a definir su rumbo.

Impacto y participación globales

En primer lugar, tanto la fiebre del oro de California como la fiebre del oro de las criptomonedas tienen similar participación e impacto a nivel global. En la fiebre del oro de California, que se dio entre 1848 y 1855, más de 300.000 personas llegaron a ese estado provenientes de otros lugares en Estados Unidos y de todo el mundo. Se estima que la población de San Francisco saltó de alrededor de 1000 a 25.000 habitantes en apenas dos años.

En el mundo de las criptomonedas, hubo anuncios recientes referidos a que Rusia planea desafiar a China en la minería de bitcoins, y que podría asumir hasta el 30 % del mercado de minería. Esta actividad está llamando la atención tanto de países como de individuos y organizaciones. Tal como en la fiebre del oro de California, el ingreso de participantes corporativos puede hacer que, en última instancia, esta actividad tan rentable de la minería se transforme en una iniciativa empresarial y deje de ser el ámbito de buscadores de oro independientes.

Rápida evolución tecnológica

Así como las bateas, los picos y las palas fueron superados por la minería hidráulica y otras técnicas industriales para la explotación a gran escala, los mineros y las operaciones de minería de la actualidad tienen cada vez más complejidad. Los mineros (es decir, las máquinas que hacen la minería de criptomonedas) han evolucionado desde las CPU, GPU y FPGA (matriz de puertas programable in-situ) hasta los ASIC (circuito integrado específico para aplicaciones), y las operaciones de minería han aumentado en tamaño y complejidad.

Tal como ocurrió durante la fiebre del oro, la minería de criptomonedas actual evoluciona rápido y el equipamiento pronto queda obsoleto, a medida que los niveles de dificultad de la minería se incrementan y se introducen técnicas nuevas para mejorar la tasa de hash y reducir el consumo de energía. Para tener éxito, los mineros potenciales deben mantenerse impasibles frente a la moneda, analizar constantemente estas variables y actuar en consecuencia.

Enorme riqueza para unos pocos

Durante la fiebre del oro de California, los proveedores de servicios fueron los que solían obtener los mayores beneficios cuando los mineros se apresuraban para aprovechar la oportunidad. El empresario y periodista Sam Brannan compró gran parte de los suministros existentes y les proporcionó a los mineros todo lo que necesitaban. Vendió bateas que costaban entre 10 y 20 centavos por US$15, ganó $36 000 en las primeras semanas y se convirtió en el primer millonario conocido que surgió a partir de la fiebre del oro.

En el mundo criptográfico, los proveedores de servicios son los fabricantes de equipos de minería, los proveedores de cambio y carteras, entre muchos otros. Gran parte de este equipo, tal como las carteras de hardware para bitcoins y mineros, se vende a valores muy superiores a los precios de lista en subastas en línea y sitios comerciales. Además de la minería, el ecosistema criptográfico en general bien merece que las empresas lo analicen en mayor profundidad.

Cultura del lejano oeste

A pesar de que, en el transcurso de la historia, muchas veces se encontró oro, la fiebre del oro de California fue tal vez la primera ocasión en la que no hubo fuerzas que protegieran la propiedad. En esa época, California era un territorio fronterizo lejano en el que no había control del estado central, y los buscadores de oro pudieron llegar y extraer el oro, libres de impuestos y regulaciones. La contracara fue que el delito estaba generalizado, y hubo gran variedad fraudes, como por ejemplo, la “grasa para oro”, que afirmaba que, cuando los mineros se untaban con esa grasa, al rodar cuesta abajo, supuestamente, el oro si adhería a su cuerpo.

En el caso de las criptomonedas se da una situación semejante, con pocas regulaciones y controles; una cantidad creciente de casos de piratería informática; fraudes generalizados con grupos de minería, carteras y servicios de búsqueda falsos; así como esquemas Ponzi y sitios de phishing que se propagan por las redes sociales.

¿Qué conviene hacer?

En lo que respecta a las recomendaciones para las organizaciones empresariales, vale la pena evaluar qué lugar quieren ocupar en el ecosistema. ¿Quieren fomentar el uso de las criptomonedas cuando vende productos, servicios, recauda fondos para su lanzamiento por medio de una ICO (oferta inicial de monedas), o quieren involucrarse en la minería, el intercambio o, tal vez, otro tipo de provisión de servicios a medida que el mercado crece?

En la actualidad, muchas organizaciones están acumulando bitcoins para pagar rescates, pero en general esto no es aconsejable, ya que no hay garantía de recuperar los datos, aun después de pagar el rescate. Un estudio reciente mostró que casi 25 % de los ataques de malware no se solucionaron después del pago con bitcoins. Acumular bitcoins y otras criptomonedas puede ser una gran inversión, pero debe hacerse con cuidado, como cualquier otra operación financiera.

Por supuesto, otro aspecto prometedor para las empresas es la tecnología que subyace al bitcoin, es decir, la cadena de bloques (blockchain). El verdadero riesgo está en hacer la vista gorda y no elaborar un plan. Si usted lo transforma en un área estratégica, monitorea la industria emergente y los ámbitos de aplicación (con más de 1200 emprendimientos de cadenas de bloques que abarcan más de 13 sectores), define cuándo quiere meterse de lleno y adopta un abordaje “como servicio” de las pruebas piloto y de concepto, estará en condiciones de dar el golpe cuando llegue el momento indicado.

Si bien el mercado de las criptomonedas puede ser muy errático, porque es un juego “digital”, considero que llegó para quedarse y ocupará una proporción cada vez mayor de las transacciones en los mercados financieros y otros. Empresas, enfoques e individuos innovadores abordarán los retos actuales en lo que respecta a la seguridad y el rendimiento. Importantes proveedores de servicios, intercambio y criptomonedas también surgirán y tomarán distancia de los demás participantes.

Nos encontramos a comienzos de una época memorable, en la que el mundo pasa de las tecnologías físicas a las digitales. En este caso, por supuesto, las monedas físicas seguirán existiendo, por lo que esperamos que haya un mayor equilibrio entre ambas. A medida que el mundo avanza en esta transformación, las lecciones surgidas de la fiebre del oro en California pueden ayudarnos caminar sobre suelo firme.

Por Nicholas D. Evans, Vicepresidente y Gerente General de la unidad CTO de Unisys, líder del Programa Estratégico Global de Innovación de Unisys

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