Se crea así la segunda operadora de telecomunicaciones de Estados Unidos, después de AT&T, y que presumiblemente cubrirá entre el 32% y el 36% del mercado de las comunicaciones de larga distancia en EEUU, estimado en 80.000 millones de dólares anuales, frente al 44% de AT&T.
El valor bursátil del nuevo gigante es estimado en 200.000 millones de dólares, cotización que lo sitúa a la cabeza en su categoría.
La nueva WorldCom tendrá una facturación anual mundial estimada en 50.000 millones de dólares, presencia en 65 países y una plantilla de 140.000 personas. Ahora resta formalizar el negocio y obtener las autorizaciones pertinentes, en cuyo caso el trato será cerrado definitivamente durante el segundo trimestre del próximo año.