La CIA desea ubicarse en el centro neurálgico del desarrollo de nuevas tecnologías, para lo que estableció su compañía con el curioso nombre In-Q-It. Según The New York Times, el nombre implica una referencia al agente Q, el genio técnico de las películas de James Bond.
Como es sabido, el Valle del Silicio es una verdadera capital del pensamiento y desarrollo tecnológicos. En ese entorno, la compañía In-Q-It buscará vincularse con empresas jóvenes y prometedoras, como asimismo con expertos independientes interesados en desarrollar para la CIA tecnologías y aplicaciones que contribuyan a su labor de espionaje y contraespionaje. La intención de fondo es aprovechar tales posibilidades, sin pérdida de tiempo, en uno de sus núcleos gestores, y no depender de entorpecedores procesos burocráticos.
Otra de las intenciones de la organización es digitalizar y comprimir sus gigantescos archivos y bancos de datos, modernizando además los sistemas informáticos de la entidad.
Al contrario que las demás actividades de la CIA, caracterizadas por el secreto, la gestión de In-Q-It será totalmente transparente, incluido su financiamiento. En tal sentido, se informa que el Congreso estadounidense asignó 28 millones de dólares para el establecimiento de la compañía.