De esa forma, el potencial cliente puede ver, desde cualquier lugar del mundo, el aspecto del producto que le interesa y dar instrucciones al dependiente sobre las secciones que desea recorrer.
Al conectarse a Le Printemps vía web, el usuario es atendido por un dependiente provisto de una computadora portátil, teléfono inalámbrico, cámara web y patines. Una vez establecida la comunicación, el dependiente comienza a desplazarse por los pasillos de la tienda y sus bodegas, mostrando al usuario, mediante la cámara instalada en su casco, los productos que le interesan y respondiendo sus preguntas mediante el teclado. Los clientes interesados también pueden contactar telefónicamente al dependiente, facilitando así la comunicación.
Según Le Printemps, los dependientes son bilingues, por lo que la atención al cliente puede realizarse en varios idiomas. La tienda asegura además tener un millón y medio de artículos en venta.