Volver a la normalidad es el objetivo fundamental de las empresas, ya que el 74% se está centrando en la optimización de costes evolucionando hacia la nube para aplanar la curva de desaceleración. De hecho, como se ha podido constatar en el evento organizado por IDC Research España, en colaboración con Check Point® Software Technologies Ltd. (NASDAQ: CHKP), proveedor líder especializado en ciberseguridad a nivel mundial, “Seguridad en nube pública en el escenario actual post-COVID”, aunque el 80% de las empresas han visto cómo sus ventas han caído al 30%, únicamente el 43% espera que el gasto en TI sea inferior al previsto en 2020.
La nueva normalidad está consolidando el nuevo modelo TI que se tuvo que adoptar obligatoriamente durante la pandemia, dando paso a un escenario multicloud donde aplicaciones y datos pueden estar en diferentes nubes, lo que requiere necesariamente de una mayor orquestación, gestión y securización. “En IDC Research España estamos comprobando que las empresas están realizando una mayor previsión de gasto para estabilizar la nueva digitalización y la seguridad aparece como un pilar fundamental”, explica José Antonio Cano, Director de Análisis de IDC.
Según el analista, son tres los retos a los que se están enfrentando las empresas españolas en el escenario post COVID-19, donde la tecnología mantiene su papel determinante: mejorar la eficiencia operativa de la organización, asegurar la continuidad del negocio e identificar y reducir los costes de funcionamiento. Para garantizar el cumplimiento de estos objetivos, se requiere que el modelo de TI de la organización garantice la seguridad y privacidad de la información.
El mercado de la ciberseguridad, fortalecido durante la pandemia
IDC Research España asegura que el mercado de la ciberseguridad no solo se ha fortalecido durante la pandemia, sino que experimentará un auge aún mayor en la nueva normalidad ya que garantizar la gestión de las identidades en un entorno 100% digital ha pasado a ser la principal prioridad.
Según las investigaciones de IDC Research España, y teniendo en cuenta el escenario más probable, el crecimiento del gasto total en ciberseguridad en 2020 en España será del 6% frente al 2019 al alcanzar los 1381 millones de euros. El crecimiento CAGR estimado es del 5,8% en el periodo 2019-2022.
Por mercados, los servicios de seguridad gestionados serán los que alcancen las tasas de crecimiento más altas, cercanas al 27%. Según la consultora, el protagonismo de los servicios gestionados de seguridad se debe a que son fundamentales a la hora de abordar las políticas de seguridad en este nuevo escenario.
“La crisis generada por la COVID-19 ha provocado un cambio radical en los entornos de trabajo, lo que ha impulsado una migración masiva hacia entornos cloud. Sin embargo, las compañías están encontrando muchas dificultades para hacerlo de forma exitosa y, sobre todo, segura”, apunta Mario García, director general de Check Point para España y Portugal. “En este sentido, se ha producido un crecimiento muy significativo en la demanda de soluciones de seguridad centradas en proteger la nube, que en la actualidad se han configurado como un pilar fundamental para las empresas”, añade García.
Lo que sí está claro es que el cloud se confirma como el habilitador fundamental. Así la intención de gasto de las empresas pasa por ampliar tanto el gasto en IaaS como en SaaS. El resultado es que el 58% de las organizaciones de Europa Occidental esperan mantener o aumentar el gasto de IaaS en 2020. En España, este porcentaje llega al 64%.
La seguridad en la nube pasa a primer plano en la nueva normalidad
En la nueva normalidad irrumpen con fuerza los modelos de responsabilidad compartida ya que la seguridad en la nube es crítica para acelerar el viaje a la transformación. Por tanto, IDC Research confirma que cualquier solución de seguridad ha de incluir 3 elementos fundamentales para que las empresas gestionadas en nubes dinámicas estén protegidas: integración nativa, protección amplia y gestión y automatización. “Mover cargas de trabajo y datos a la nube pública significa que la responsabilidad de seguridad se va a compartir entre el proveedor y la empresa”, aclara Cano de IDC Research España.
Como consecuencia la seguridad de la infraestructura en la nube, que incluye las ubicaciones de centros de datos, hardware de computación/red/almacenamiento, enrutadores, conmutadores y balanceadores de carga, HVAC, electricidad, etc. corre a cargo del proveedor. Sin embargo, es responsabilidad del cliente utilizar la nube.
En este sentido, desde Check Point advierten de la necesidad de optimizar los niveles de seguridad de estos entornos, puesto que en los últimos tiempos se está vislumbrando una tendencia por parte de los cibercriminales para aprovechar el bajo nivel de protección de los servicios de nube pública con le objetivo de instalar programas maliciosos, pero también para utilizarlos como hosting para páginas web falsas. Todo esto hace que la seguridad cloud se convierta en una prioridad de máximo nivel para las empresas.