Esta modalidad de fraude, que se está moviendo a través de llamadas telefónicas a corporaciones empresariales, con el objetivo engañar a empleados que tienen acceso a los recursos económicos para que paguen una factura falsa de una supuesta instalación, de un arco para la puerta de entrada a la empresa, junto con un sensor de temperatura corporal para detectar posibles personas contagiadas con un estado febril debido al coronavirus.
Explicaremos la metodología utilizada por los estafadores para que los empleados de las empresas no caigan en el engaño: Supuestamente, una empresa recibe la llamada del supuesto gerente de la misma, el estafador, suplanta la identidad del gerente haciendo creer al empleado de alto rango o el contable de la empresa, con capacidad para hacer transferencias o acceso a datos de cuentas bancarias, que han comprado a través de una empresa instaladora certificada en seguridad frente al COVID-19, un arco de seguridad junto con un sensor de temperatura corporal, para tomarle la temperatura a todos aquellos empleados que accedan al recinto empresarial, pidiéndole que ingrese una cantidad de dinero determinado en una cuenta por la compra y supuesta instalación de este equipo.
El estafador crea un escenario ficticio de alarma sanitaria frente al nuevo coronavirus debido a la celeridad de que la empresa está desprotegida y que no dispone de infraestructuras para la detección de personas contagiadas por el COVID-19, hace que la víctima consiga creerse el engaño e interceda con el pago del dinero exigido por la supuesta instalación que se va a realizar frente al COVID-19 a través de una transferencia bancaria.
El observatorio de delitos informáticos de Canarias recomienda ante este tipo de situación ponerse en contacto con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.