Intel Corporation anunció una facturación de 6.750 millones de dólares para el primer trimestre, lo que representa una disminución del 6% con respecto al trimestre anterior y el mantenimiento de la facturación interanual.
El beneficio neto del primer trimestre fue de 915 millones de dólares, lo que supone una disminución del 13% con respecto al trimestre anterior y del 2% interanual. El beneficio por acción fue de 0,14 dólares, lo que representa una disminución del 13% con respecto al trimestre anterior y ningún cambio con respecto al primer trimestre de 2002.
Nuestros resultados financieros para este trimestre han sido sólidos. Nuestras divisiones de productos informáticos han obtenido unos resultados superiores a los esperados, aunque nuestra línea de soluciones flash ha estado ligeramente por debajo de las expectativas ha afirmado Craig R. Barrett, CEO de Intel.
Durante este trimestre se han anunciado dos importantes avances que ilustran nuestra inversión permanente en nuevos productos y tecnologías, y nuestra estrategia dirigida a alcanzar la convergencia en los sectores de las comunicaciones y la informática. Hemos introducido la tecnología móvil Intel® Centrino, que incorpora la funcionalidad inalámbrica integrada y baterías con una vida más larga a una nueva generación de equipos portátiles. También hemos presentado nuestra innovadora tecnología wireless-Internet-on-a-chip (Internet inalámbrica en un chip), con nombre en código Manitoba, para los teléfonos móviles. Estos dos productos han encontrado una buena acogida en el mercado.
Estos productos líderes en el mercado, junto con los incrementos de producción previstos en nuestra tecnología de procesos de 90 nm en la segunda mitad del año, nos ayudan a situarnos en una buena posición para el crecimiento futuro.
Los resultados del cuarto trimestre de 2002 incluyeron un beneficio tributario de unos 75 millones de dólares relacionados con desinversiones, lo que aumentó el beneficio por acción en 0,01 dólares. Los resultados del primer trimestre del año pasado incluían cargos previos a la tributación por valor de 155 millones de dólares, relacionados con el acuerdo de conciliación resultante de un litigio que, tras la tributación, tuvo un impacto de 0,015 dólares por acción.
Fotografía: Craig Barrett, CEO de Intel.