Luego de haber desautorizado las declaraciones pro piratería de uno de los directores de “Juego de Tronos”, la propia gerencia de HBO admite que el intercambio ilegal ha tenido un efecto económico positivo para esa producción.
La serie “Juego de Tronos” ha sido un gran éxito para el canal estadounidense de televisión por cable HBO. Según estimaciones, 4,4 millones de personas vieron el estreno de la tercera temporada de la serie, realizado durante Semana Santa. El interés del público ha quedado además reflejado en las ventas de DVD y Blu-ray; sólo en Estados Unidos 241.000 personas compraron la segunda temporada de la serie el mismo día que ésta salió a la venta.
Paralelamente, la serie atrajo preferencias masivas en redes de intercambio ilegal como The Pirate Bay y Kickass Torrents, entre otras. En 2012, la serie ocupó el primer lugar en la lista de descargas ilegales, con más de cuatro millones de descargas, de cada uno de los episodios.
“Buen efecto mercadotécnico”
Según HBO, lo anterior no constituye un problema, sino más bien un efecto publicitario positivo, aplicable a las suscripciones por cable y a las ventas de DVD y Blu-ray.
“Quizás no debería decirlo, pero puede tomarse como un cumplido. La demanda existe, y no tiene impacto negativo alguno en las ventas de DVD. La piratería es inevitable al tener una serie super popular en un canal de pago”, declaró Michael Lombardo, director de programación en HBO, a la publicación Entertainment Weekly.
Lombardo precisó que HBO trabaja activamente contra la piratería de sus producciones, aunque precisó que la empresa se concentra en neutralizar a quienes venden la serie ilegalmente. En tal sentido, indicó que HBO se desentiende de quienes intercambian la serie sin cobrar.
En este contexto, cabe señalar que las observaciones de Lombardo coinciden con investigaciones académicas independientes, en el sentido que el intercambio ilegal en realidad favorece a la industria del entretenimiento.
A pesar de ello, las industrias discográfica y cinematográfica no ceden en sus intentos técnicos, publicitarios, jurídicos y políticos (lobby) para eliminar la piratería.