La investigación fue realizada por las compañías Compaq y One-2-One entre 900 empleados de 300 empresas británicas. La conclusión principal fue que un número importante de empleados expresó desconfianza frente a los sistemas tecnológicos de los que tanto dependen las empresas para las que trabajan.
Según quedó constatado, alrededor del 50% de los empleados de las PYMES consultadas padecen de lo que Compaq y One-2-One denominaron nerviosismo-pre-milenio. Entre tales empleados, el 20% dice que preferiría volver a usar máquinas de escribir y telefacsímiles para mayor seguridad.
El citado nerviosismo afecta con mayor intensidad a las empresas con menos de cincuenta empleados. En el 25% de ellas, los empleados consideran que las inversiones en nuevas tecnologías de la información y comunicaciones motivadas exclusivamente por el cambio de milenio son una pérdida de dinero, por lo que se mostraron a favor de conservar sus actuales sistemas.