La iniciativa, algo curiosa, ha sido lanzada por la compañía Bobaboo LLC. El sitio permite al propio usuario a decidir el precio que pondrá a su música usada y ponerla en venta.
En las condiciones de uso del servicio se indica que el usuario se compromete a borrar de su disco duro los archivos vendidos. Naturalmente, esto es algo imposible de controlar, por lo que el sistema se basa en la confianza y en la ética del propio vendedor.
Desde ya puede prácticamente descartarse que la industria discográfica respaldará la idea. De hecho, sus representantes han postulado constantemente que el comprador de música adquiere una licencia para escuchar la música, pero no la música en sí.