La estructura del filtro es similar a la empleada en cajeros automáticos, que hace que la imagen en pantalla se vea difusa al ser observada en ángulo oblicuo. A pesar de ello, la misma imagen se ve aún más clara al ser observada de frente, según asegura el fabricante en su sitio web, que además destaca que el filtro aumenta el contraste, reduce en 99.5% los reflejos en la pantalla y en 98.5 la intensidad de los campos magnéticos y eléctricos generados por el monitor.
La combinación de tales funciones resulta en un menor cansancio para los ojos y, por consiguiente, un mejor ambiente laboral para el usuario, asegura GlareGuard.
Otro de los argumentos de la compañía es que más de 100 millones de estadounidenses visitan anualmente el oftalmólogo debido a problemas asociados con el trabajo con computadoras.
El filtro consiste en una película de polímeros montados en un marco que puede ser sobrepuesto al monitor.