Al anotar un nombre de usuario en la página de validación de identidad del servicio de acceso vía web de AOL-mail, cualquier visitante podía tener acceso a la cuenta del usuario, sin que se le solicitara digitar la contraseña.
AOL ha intentado restar importancia a la situación, registrada la víspera, señalando que sólo unos pocos cientos de usuarios se vieron afectados. Sin embargo, la información confirmada hasta ahora indica que la totalidad de los 35 millones de cuentas quedaron abiertas y a libre disposición de cualquier interesado.
Numerosos usuarios de AOL usan además sus cuentas para guardar información personal e información sensible, como por ejemplo contraseñas. Toda esta información estuvo al alcance de intrusos el miércoles 22 de enero debido al serio error de seguridad de AOL.
No es la primera vez que la compañía experimenta problemas de seguridad de esta magnitud. En 2002, un grupo de hackers logró ingresar a un registro electrónico de clientes de AOL, que contenía entre otras cosas sus números de tarjetas de crédito.
