SPV de Orange es el único teléfono móvil actualmente disponible en el mercado en usar el sistema operativo SmartPhone 2002 de Microsoft. En principio, el dispositivo estaba diseñado exclusivamente para ejecutar software aprobado por France Telecom, compañía propietaria de Orange. Sin embargo, información aparecida la semana pasada en sitios especializados como The Register, permitieron a los usuarios descubrir que es posible instalar otras aplicaciones mediante un sencillo hack o manipulación del código.
Según se describe en un sitio web que esta publicación prefiere no individualizar, el mecanismo de seguridad instalado en los teléfonos puede ser desactivado modificando algunos parámetros que luego permiten instalar libremente software sin firmas digitales en el teléfono SPV.
En un comunicado conjunto, Orange y Microsoft recalcan que el agujero de seguridad surge exclusivamente si el propio usuario manipula su teléfono móvil, por lo que desaconsejan tal procedimiento.
Aún así, ambas compañías están abocadas a programar un parche o código reparador que permita corregir el problema. Orange, por su parte, enfatiza que hasta el momento ninguno de sus clientes se ha visto afectado por problemas de seguridad derivados del hack en el sistema operativo de Microsoft.