Según trascendió, la compañía ha monitorizado durante meses todas y cada una de las páginas web visitadas por sus 92.000 empleados. Para el caso de los más abusadores, Xerox decidió sentar un ejemplo y un precedente, disponiendo su despido inmediato.
Una vocera de la compañía comentó la decisión ante los medios, señalando que estos sujetos usaron demasiado tiempo para visitar sitios web no relacionados con Xerox; de hecho, sitios bastante ajenos a la compañía.
Según la vocera, una veintena de los afectados deberá abandonar la compañía debido a sus prolongadas y constantes visitas a sitios web pornográficos. Para el caso del resto, se constató que dedicaban parte de su jornada laboral a las apuestas en línea o para realizar actividades destinadas al lucro personal.
La totalidad de los despedidos se desempeñaba en dependencias de Xerox en Estados Unidos.