El juego está basado en la fatídica masacre de Dunblane, perpetrada el año pasado, en que 16 niños ingleses y su profesora fueron abatidos a tiros en una escuela. El juego consistía en disparar contra escolares, aumentando el puntaje por cada niño eliminado y obteniéndose bonos extra por el ahorro de munición.
Los familiares de las víctimas reaccionaron con consternación y repulsión ante el juego, puesto a disposición de los usuarios de Internet por un cliente de Virgin. Roy Mayor, esposo de la profesora ultimada -que murió intentando proteger a los niños-, declaró al diario The Sunday Times, que resulta inconcebible que haya gente que programe y distribuya un juego como este.
La empresa Virgin borró la página web y cerró la cuenta del cliente que distribuía el juego, difundiendo además un comunicado de prensa en que lamentaba que sus servidores hubieran sido usados para tal aberración.