Aunque el tema no ha sido confirmado por Washington, diversas versiones periodísticas señalan que la tecnología HPM (high power microwave o microondas de alta potencia) ha sido desarrollada durante largo tiempo por la defensa estadounidense.
El objetivo de HPM es paralizar los sistemas informáticos y electrónicos del oponente, y parte del precepto que las fuerzas militares modernas dependen totalmente de tales sistemas para dirigir sus misiles de alta potencia y para comunicarse.
El potencial de HPM es conocido mediante el denominado efecto PEM, que es un impulso electromagnético de alta potencia y corta duración, que se forma durante la detonación de una bomba atómica. Considerando que el uso de armas nucleares es un paso extremadamente grave, el Pentágono habría investigado la forma de producir un impulso de similares características en un formato portátil.
Según una filtración, las autoridades estadounidenses ya habrían concluido el desarrollo del proyecto y ahora estarían abocadas a construir un arma operativa basada en la tecnología HPM. La revista Time escribe que el sistema tiene una potencia de 2 mil millones de watt y está en condiciones de inutilizar todo sistema electrónico en un radio de 300 metros.
Las intenciones de los estadounidenses son transportar las bombas HPM hasta el objetivo mediante misiles de crucero Tomahawk.