SANTIAGO: La censura en China está alcanzando niveles verdaderamente alarmantes. En esta oportunidad, las autoridades han decidido que todos los cibercafés serán vigilados con cámaras de video dirigidas hacia los usuarios y sus pantallas. De esa forma, los agentes podrán determinar, bajo sus criterios totalitarios, si los usuarios visitan sitios inapropiados.
Los visitantes extranjeros tampoco escaparán a las nuevas reglas. Según FutureZone, estos deberán digitar su número de pasaporte al iniciar sesiones en los cibercafés. Asimismo, se negará la entrada a los menores de 16 años.