Según investigación internacional, la producción de un microchip de dos gramos hace necesario usar 32 litros de agua, 1.6 kilogramos de combustibles fósiles, 700 gramos de carbono y otros gases, además de 72 gramos de distintas substancias químicas.
Así, la relación de peso entre el chip ya terminado y el material empleado en su fabricación es de 1:630. Para el caso de un automóvil, la relación es de sólo 1:2.
El análisis fue realizado por investigadores de la Universidad de Naciones Unidas en Tokio, el Instituto INSEAD y la Fundación Nacional Estadounidense de Ciencias, y referido por la revista Science.
Las proyecciones del impacto ecológico que causará la industria informática son aún más negativas. De hecho, la industria de los chips y semiconductores tiene actualmente un volumen económico de 140 mil millones de dólares, que crece a un ritmo promedio de 16% anual.