Microsoft anuncia el 23 de agosto que Steve Ballmer ha decidido renunciar a la presidencia ejecutiva de la empresa. Aunque el plazo previsto es de 12 meses, la salida definitiva de Ballmer dependerá del tiempo que tome encontrar a su sucesor.
“Nunca hay un momento perfecto para una transición de este tipo, pero ha llegado la hora”, declara el propio Ballmer en un comunicado. “Hemos iniciado una nueva estrategia, con una nueva organización, y tenemos un equipo fantástico en nuestra gerencia. Necesitamos un CEO que pueda conducir a Microsoft en una perspectiva de largo plazo, después de haberse convertido en una empresa de dispositivos y servicios”.
La junta directiva de Microsoft ha nombrado un comité especial encargado de presidir el proceso que ahora se inicia. En el comité participan, entre otros, Bill Gates. El mandato del Comité incluye la cooperación con una empresa de contrataciones, con el fin de considerar candidatos internos y externos para el cargo.
En el comunicado también se pronuncia Bill Gates, quien señala “Como integrante del Comité trabajaré estrechamente junto a los demás miembros con el fin de encontrar un fantástico nuevo CEO. Tenemos la suerte de poder conservar a Steve en ese papel, hasta que el nuevo CEO pueda asumir funciones”.
Ballmer ha estado al mando de Microsoft desde enero de 2000, prácticamente 20 años después de haber co-fundado la empresa. Asumió tal papel en reemplazo de Bill Gates.
En los últimos años de la gestión de Ballmer ha habido cierta controversia en torno a su persona, y algunos sectores, principalmente inversores, incluso recomendaron su dimisión. Entre otras cosas, se han criticado algunas de sus decisiones estratégicas en el ámbito de smartphone (1, 2) y tabletas.
En 2009, la revista Newsweek pronosticó, erróneamente, que Steve Ballmer sería despedido al año siguiente.
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