Según informamos ayer, el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó un requerimiento contra Microsoft, por considerar que su apelación ante el dictamen del juez Penfield Jackson constituye una táctica dilatoria que puede ser interpretada como desacato. Asimismo, la citada autoridad fiscal considera que Microsoft ridiculiza el dictamen al ofrecer una versión de dos años de antiguedad, incompleta, de Windows 95 a los fabricantes de computadoras que no deseen instalar el sistema operativo junto a IE en sus productos. La otra alternativa ofrecida por Microsoft es una versión de Windows 95 que no funciona luego de borrar el visualizador IE.
Como señalamos ayer, Microsoft también afirma que no es posible borrar Internet Explorer sin afectar notablemente la funcionalidad del sistema operativo. Sin embargo, el juez Penfield Jackson pronunció ayer un comentario que hace suponer que no asignará mayor relevancia a las recomendaciones de Microsoft. En efecto, el juez relató que personalmente había borrado IE del disco duro de su computadora, y que todo el proceso sólo había tomado 90 segundos. Acto seguido, indicó que el sumario del 13 de enero se basará en si cree a sus propios ojos o no.
Microsoft confirmó rápidamente que es posible borrar el ícono de IE y algunos archivos del programa, pero que el 97% del código nativo del visualizador permanece inevitablemente en el disco duro.
Finalmente, la agencia Guru-News informa que el Departamento de Justicia contrató los servicios de David Boies, conocido abogado experto en materias antimonopolios, para continuar la causa contra Microsoft.