Al final del juicio el sujeto, de nombre Ken Fiore, reconoció su culpabilidad a la vez que declaró que Internet es peligrosa para los menores de edad que la usan sin supervisión de sus padres. Fiore además se disculpó ante la víctima y su familia.
En su momento, Fiore recibió el apelativo de Romeo de Internet, luego de haber huido con la niña de 13 años, a quién sedujo mediante una tertulia virtual. La policía encontró a ambos luego de una intensa acción de búsqueda.