Altschul señaló que su idea sobre el teléfono desechable se le ocurrió después de escuchar a los trabajadores de las líneas aéreas quejarse porque sus teléfonos móviles no funcionaban en el extranjero.
Usted llega al aeropuerto y su teléfono celular no funciona porque está en otro país. Sólo necesita ir a una máquina expendedora, comprar el teléfono y podrá hacer una llamada instantáneamente, dijo Altschul.
El teléfono medirá de dos a tres pulgadas, será hecho completamente de papel incluyendo el teclado y la tarjeta de circuitos, por lo que será extremadamente ligero. La compañía Dieceland Technologies, propiedad de la inventora, estará encargada de la producción de los aparatos.
Alstchul espera lanzar el producto el próximo año y vender aproximadamente 300 millones de teléfonos en el primer mes de producción.