Cloud Computing y los cambios en el modelo de negocios

Opinión: Aunque a primera vista pudiese sonar exagerado, la “computación de nube” o cloud computing se ha convertido en la tendencia más importante de las Tecnologías de la Información (TI) en los últimos diez años y es, sin duda, el eje más gravitante para el presente y el futuro en este ámbito.

Esto se debe no sólo a que involucra una oferta innovadora en el ámbito de las TI, sino porque es un verdadero cambio de paradigma en la relación que las empresas y organizaciones tienen con las tecnologías y, a la vez, un cambio en el modelo de negocios de gran parte de la industria de TI.

Así lo ratifica la expansión mundial que han tenido estas soluciones, a tal punto, que consultoras como Gartner predicen que en el año 2020 prácticamente no habrá empresas que no tengan alguna política o solución basada en la nube. A nivel latinoamericano, en tanto, IDC sostiene que las inversiones en nubes públicas y privadas crecerán este año un 40%, representando un mercado de 3,6 mil millones de dólares.

En efecto, el cloud computing representa un verdadero cambio en la relación de las empresas con las TI debido a que proveen soluciones ajustadas a sus reales ciclos de negocios. Esto significa que quedan en el pasado esos antiguos contratos de los proveedores de TI de hardware y software que tenían a la organización cliente vinculada con una solución, muchas veces asociada a una marca específica, con ciclos de renovación definidos por ciertos plazos de tiempo. Dichos contratos carecían de la suficiente flexibilidad para, por ejemplo, permitir escalar las capacidades de procesamiento y almacenamiento de la infraestructura tecnológica de una empresa debido a un crecimiento sostenido o ante alguna coyuntura especial.

Lo anterior redunda en una de las principales características de la nube, en tanto servicio: su flexibilidad para acoger los requerimientos de las empresas y organizaciones de acuerdo a sus necesidades reales, no las proyectadas que, como sabemos, solían quedarse cortas en algunos casos o, por el contrario, provocaban un exceso de infraestructura de TI con capacidad ociosa durante largos períodos.

Por ello, el cloud computing representa un paso evolutivo respecto de las soluciones on-premise tradicionales, ya que, como está dicho, no sólo acortan los ciclos de renovación tecnológicas sino que también minimizan el time-to-market de las soluciones a niveles que hasta hace pocos años eran impensables. Esta condición, sin duda, dota a las empresas de una cualidad altamente valorada en estos días: la agilidad, ya que las organizaciones deben tener la capacidad para reaccionar rápidamente ante avatares del mercado, o bien transformarse o anticiparse ante sus competidores.

Hasta ahora, no hemos tocado otro aspecto esencial del cloud computing: el costo. Al ser soluciones en forma de servicios hay una optimización en los costos eliminando las inversiones, puesto que no requiere adquirir hardware o software extra, con su consiguiente administración y mantenimiento, en tanto las empresas aprovechan las economías de escala de sus proveedores. Sin embargo, lo más relevante, y clave en el éxito de los servicios basados en la nube en términos de costos, es la posibilidad de pagar por servicios bajo demanda, es decir, cancelar por lo que se utiliza realmente, pudiendo aumentarse o disminuirse el requerimiento con total flexibilidad y agilidad. Asimismo, gracias a estas condiciones, ya no son las grandes empresas las únicas que pueden utilizar las TI más avanzadas, sino que también muchas otras organizaciones, lo cual les ayuda a incrementar su competitividad rápidamente.

Este conjunto de cualidades son el fundamento por el cual puede decirse que el cloud computing es sinónimo de innovación para el negocio. Al no contar con el lastre de soluciones de TI poco flexibles, las empresas pueden abrir espacios para comenzar a innovar o hacer de la innovación algo permanente. Cambiar y mejorar procesos de negocios, buscar un mayor conocimiento del cliente y, por cierto, crear nuevos productos y servicios e identificar nuevas formas de generar ingresos se convierten en tareas más sencillas y viables a partir de la nube.

El cloud computing confirma a las TI alineadas con el negocio y, en muchos casos, con herramientas novedosas para los usuarios, lo que impacta también en la organización internamente así como en su cadena de valor completa, pues eleva los estándares de servicio, facilitando la movilidad y el trabajo colaborativo, por ejemplo.

En definitiva, la nube ya no es sólo una cuestión de ahorro de costos, ámbito en el que es igualmente significativo. Cualquier empresa que hoy quiera estar mejor preparada para los tiempos de contracción económica, que quiera agregar valor a su negocio de manera más intensa y que busque, por lo tanto, transitar hacia la transformación digital de su negocio de manera menos traumática debe optar hoy por las soluciones de TI basadas en la nube.

Por Marcela Núñez, Country Manager Gigas, Chile


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