Científicos intentan combatir el virus del Ébola mediante nanotecnología

Investigadores no sólo desarrollan nanopartículas que podrían ser químicamente colgadas a los virus, neutralizándolos y evitando su propagación, sino también diseñan partículas que actuarán como señuelos para desviar al virus de su trayecto hacia células sanas.

El brote del virus de Ébola en África occidental ha cobrado centenares de vidas desde febrero, infectando a miles de otras personas. En medio de este panorama, un grupo de científicos explora la posibilidad de combatir al virus mediante nanotecnología. Países como Nigeria y Liberia han declarado emergencias de salud mientras que la Organización Mundial de la Salud busca la forma de mitigar los efectos de nuevo brote.

No existe una vacuna conocida para el tratamiento o cura del Ébola, que se contrae a través de los fluidos corporales de una persona o animal infectado.

La solución podría estar en la nanotecnología. El laboratorio de Ingeniería Química Presidente Thomas Webster de la Universidad Northeastern se encuentra trabajando en una posible solución, de tamaño infinitesimal, para la lucha contra el Ébola y otros virus mortales.

En su blog, la Universidad publica declaraciones del presidente del laboratorio de ingeniería química, Thomas Webster, quien señala que ha sido muy difícil desarrollar una vacuna o tratamiento para el Ébola o virus similares, debido a que mutan tan rápidamente. El experto señaló que “en nanotecnología dirigimos nuestra atención al desarrollo de partículas que podrían ser químicamente colgadas a los virus, evitando su propagación”.

Una de las partículas que por sus propiedades está adquiriendo gran atractivo para los científicos es el oro. Según Webster, partículas esféricas de oro ya están siendo utilizadas para tratar el cáncer. Las ondas infrarrojas, explicó, calientan las nanopartículas de oro, que a su vez atacan y destruyen los virus y las células cancerosas.

Uno de los retos en tal sentido consiste en neutralizar superficies de mayor tamaño que están siendo atacadas por el virus. Considerando entonces que una estrella tiene una mayor superficie que una esfera, el equipo de Webster desarrolló nanoestrellas de oro. “La estrella tiene mucha más superficie, por lo que es posible calentarla con mucha mayor rapidez que una esfera. Y a mayor superficie, mayor es la capacidad de ataque contra los virus, una vez que han absorbido las partículas”.

El mayor problema que los investigadores enfrentan, es asegurarse que las nanopartículas de oro calienten hasta destruir las células infectada, en lugar de las células sanas.

Aparte de las nanoestrellas de oro, el laboratorio de Webster está desarrollando una nanopartícula que actúe como “señuelo”, para atraer químicamente al virus y convertirse así en el objetivo de su ataque, desviándolo así de las células sanas.

“Es evidente que hay una gran necesidad actualmente de encontrar otros tratamientos para el Ébola y otros virus. La nanotecnología nos proporciona un enfoque nuevo y creativo, imposibles para la medicina tradicional”, comentó Webster al blog universitario.

Thomas Webster

Thomas Webster. Fotografía © Universidad Northeastern

 Ilustración: Nmid © Shutterstock.com


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