Big Data y el resguardo de la información de negocios

Opinión: Las tecnologías asociadas a la “Tercera Plataforma” están obligando a las empresas a dedicar más atención a la seguridad de la información.

IDC estima que el volumen de datos digitales seguirá duplicándose a escala global cada dos años. Las aplicaciones de analíticas de datos no sólo permitirán a las empresas orientar con más precisión sus estrategias de negocios sino que también llevarán la seguridad de la información a un nuevo nivel de eficiencia para prevenir fraudes y robos electrónicos.

Las tecnologías asociadas a la “Tercera Plataforma” están obligando a las empresas a dedicar más atención a la seguridad de la información. El uso de dispositivos móviles de consumo en entornos de negocios, sumado al auge de las soluciones y servicios Cloud Computing y, en especial, al Big Data se han convertido en los principales catalizadores de una verdadera evolución en el resguardo de la información crítica de las organizaciones.

Hoy nos encontramos en lo que algunos han llamado la “Tercera Generación” de la seguridad de la información. Es un contexto marcado por dos fenómenos principales: el fuerte aumento del volumen de datos empresariales y la necesidad de contar con información dispersa y diversa, es decir, la seguridad y el control van hoy más allá del data center tradicional, con todo lo que eso significa.

Más Datos, Más Seguridad

Para entender los retos que plantea a las organizaciones el Big Data, hay que comprender esta tendencia en todas sus dimensiones. Según IDC, el 90% de todos los datos digitales actuales son no estructurados, es decir, provienen de fuentes que no están en bases de datos tradicionales, tales como videos o imágenes, entre otros. Asimismo, desde el punto de vista del crecimiento, el 90% de todos los datos digitales existentes ha sido creados sólo en los dos últimos años, lo cual nos habla de un crecimiento exponencial sin precedentes.

Según cifras de Digital Universe, sólo en los próximos ocho años el volumen de datos digitales sobrepasará los 40 zettabytes, equivalentes a 5 mil 200 GB por cada habitante del planeta. IDC estima que el volumen de datos digitales seguirá duplicándose a escala global cada dos años, proceso que en las organizaciones ya está tomando períodos que fluctúan entre 12 y 18 meses. Esto plantea retos desde el punto de vista de almacenamiento, resguardo y gestión de los datos, pero también abre la oportunidad para explotar parte de dichos datos a través de las aplicaciones analíticas para convertirlos en información útil para tomar mejores y más rápidas decisiones.

Como consecuencia de este fenómeno, las organizaciones comenzarán a procesar cada vez más datos que vendrán desde fuera de sus propios data centers mientras que una creciente parte de ellos irá adquiriendo valor al analizarse. En pocos años alrededor del 80% de la información que las empresas procesen o requieran provendrá de fuentes externas. De ese total, en el 2020, según IDC, un 33% podría aportar información valiosa para el negocio.

Esta nueva realidad se refleja en el crecimiento del mercado de soluciones Big Data, el cual se estima podría crecer en un 657% a nivel latinoamericano en los próximos cinco años, según IDC.

“Seguridad Inteligente”

La otra cara del Big Data relacionada con la seguridad de la información es que, al igual que lo hará con las estrategias de negocios, habrá un resguardo más inteligente de los datos críticos. Esta tendencia será un factor de cambio decisivo en el futuro cercano. El análisis de datos jugará un papel preponderante en la seguridad, especialmente, en la detección oportuna de fraudes y robos de información. Por eso, consultoras como Gartner predicen que en 2016 la cuarta parte de las empresas globales ya utilizará estas nuevas herramientas para prevenir delitos relacionados con su información.

El Big Data, a partir de las soluciones analíticas, facilitará a las organizaciones un acceso más rápido a los datos, tanto internos como externos, pudiendo hacerse una correlación de información que ayudará a detectar eventuales delitos o amenazas. El análisis de información es totalmente aplicable en seguridad y puede ayudar a prevenir fraudes y amenazas internas o externas, acortando los tiempos de reacción como nunca antes.

Todas las plataformas de seguridad de próxima generación incluirán en el futuro cercano aplicaciones analíticas, las cuales podrán monitorear de manera más amplia que los tradicionales sistemas de gestión de eventos de seguridad de la información (SIEM). De hecho, se espera, según Gartner, que en el 2020 el 40% de las empresas cuente con un datawarehouse de seguridad que apoyará los análisis retrospectivos.

El establecimiento de patrones de normalidad, información de contexto y de las amenazas externas hará, a partir del análisis de datos, más eficiente la detección de cualquier anomalía relacionada con la seguridad de la información.

Las organizaciones ya están invirtiendo en soluciones Big Data basadas en repositorios de datos con una arquitectura que permita gestionar la información de acuerdo a categorías y establecer perfiles y roles apoyado con herramientas que permitan realizar análisis ágiles, por lo que el siguiente paso evolutivo será llevar esas soluciones al ámbito de la seguridad, la que será mucho más proactiva respecto de las tradicionales herramientas basadas en firmas o en la detección de amenazas en el perímetro de la red.

Big Data es un cambio radical en el uso y recolección de información, en la rapidez para analizarla y tomar decisiones en tiempo real. Esta nueva manera de ver el mundo, por así decirlo, debe tener su impacto en las estrategias de seguridad, las cuales enfrentarán las posibles nuevas amenazas con mayor inteligencia.

Por Miguel Cisterna, especialista en seguridad de Level 3 Chile


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