Boca Ratón tiene la dudosa reputación de ser la capital mundial del spam. Según Steve Linford, activista anti-spam, muchos de los individuos dedicados al spam tienen prontuario policial y les tiene sin cuidado si sus actividades son delictivas o no.
Según expertos, la nueva normativa estadounidense diseñada para eliminar el problema del spam sólo hará que este aumente. La nueva ley, que EEUU podría aprobar próximamente, permitirá el envío de spam si el receptor tiene una posibilidad real de darse de baja en la lista y si el renglón de asunto de e-mail no tiene un título que disfrace el contenido real del mensaje.
A juicio de Linford, director del proyecto Spamhaus, esta ley sería altamente contraproducente en caso de aprobarse. Si usted desea enviar publicidad, el usuario debe dar su consentimiento expreso previo. La nueva ley permitiría enviar spam a usuarios al azar, comenta Linford, agregando que Todos los distribuidores de spam de quienes tenemos noticia aprueban el proyecto de ley, ya que su aprobación hará innecesario que sigan escondiéndose.
Linford hace el siguiente análisis: Si ahora sólo 200 individuos son responsables del enorme problema del spam actual, imagínese qué ocurrirá cuando 23 millones de pymes estadounidenses puedan usar el spam como canal publicitario, mientras el renglón de asunto no tenga un título que engañoso.
La solución propuesta por Linford y su proyecto Spamhaus es, lisa y llanamente, convertir la distribución de spam en un delito, ya que así sólo así el problema podrá ser manejable en alguna medida.
